Un joven vendedor puerta a puerta de implementos medicos se encontraba en medio de su ruta diaria cuando de repente se sintio muy debil, a punto de desmayarse, tenia muy poco dinero en su bolsillo asi que se armo de fuerzas y decidio pedir algo de comer en la siguiente casa que visitaria.
Pero cuando se abrio la puerta y vio a la bella dueña de la casa se puso algo nervioso, asi que solo pidio un vaso de agua.
Viendolo algo debil, la ama de casa decidio traerle en cambio un gran vaso de leche.
El joven bebio la leche con gran gusto y antes de irse le pregunto a la mujer cuanto le debia por la leche, absolutamente nada, le respondio ella, mi madre nos enseño a mis hermanos y a mi a que nunca aceptaramos dinero por un favor.
Pasaron los años y aquel joven vendedor de implementos medicos se convirtio en un famoso cirujano cuyo renombre se extendia por todo el pais.
Un dia, mientras se reunia con sus colegas medicos, trajeron a su atencion una paciente que tenia un caso muy raro. Al oir el nombre del pueblo de donde venia la paciente, al doctor se le ilumino la cara y subio corriendo a verla a su habitacion. En cuestion de horas ya le habia iniciado un tratamiento y tras muchos meses de terapia, cirugias y medicamentos, la mujer se recupero plenamente.
Cuando llego la hora de que saliera del hospital, el medico pidio ver la factura antes de que le fuera entregada a la paciente. Firmo los papeles, se encargo del pago y escribio en la parte inferior de la factura:
"PAGADO POR COMPLETO HACE MUCHOS AÑOS CON UN VASO DE LECHE"
Esta bella historia nos muestra como la compasion en un momento dado puede traernos frutos que jamas imaginariamos en el futuro. Cuando hacemos algo por los demas, y cuando lo hacemos teniendo como motivacion el simple deseo de ayudar, en realidad lo estamos haciendo por nosotros mismos, por nuestra alma y por nuestro futuro. La compasion es dar y comprender al otro sin esperar nada a cambio, sabiendo que es el mejor regalo que podamos dar.
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